miércoles, 14 de abril de 2010

Australia


Capital: Canberra
Situado al Suroeste de asia, en nuestras antípodas.

La gastronomía australiana desciende de la inglesa, puesto que sus primeros colonizadores fueron británicos. Se consumen carnes exóticas para nosotros, como la de canguro, cocodrilo o emú, pero también pollo, ternera y cordero rellenan sus famosos pasteles. La carne es la base principal de su alimentación, pero se consume también mucho marisco, pescado y frutas tropicales. Australia es un pais joven, que tardó en tener buenas comunicaciones entre sus distintas ciudades y que además tiene una gran parte árida. Es por esto que los chefs que han ido surgiendo basan su cocina en la experimentación personal. Cualquier cosa es posible. Tienen un dulce, el vegemite, que debería ser parecido a la nocilla, pero que los turistas suelen odiar. Australia huele a cordero asado, a patatas, a zanahorias, a canguro, a ostras, a ajo, a romero, a mostaza, a mantequilla, a limón, a coco, a fruta de la pasión, a guayaba y a kiwi.

Ensalada de col
Pan de ajo

Cordero a la australiana
Café caramelo


En 1926 un cocinero de un hotel de Perth, en Australia, creó este postre como homenaje a la bailarina de ballet rusa Anna Pavlova, que se alojó allí. El postre es blanco, ligero y aireado en honor a su baile. En 1929, la bailarina fue de gira a Nueva Zelanda, que también lo tiene como postre nacional, y se disputa con Australia el origen de su creación. Sea como sea, lo cierto es que en la acualidad existen numerosas tiendas en estos dos paises dedicadas exclusivamente a este postre, al que dan multitud de formas y decoraciones.


Pavlova

Ingredientes para 2 personas:












  • 2 huevos
  • 100 g de azúcar
  • 1 cucharadita de maicena
  • 1/2 cucharadita de zumo de limón
  • 100 g de nata montada
  • 125 g de fresas
  • 50 g de frambuesas
  • 1 kiwi
  • 1 fruta de la pasión
Batimos las claras a punto de nieve. Añadimos el azúcar y la maicena tamizada poco a poco. Agregamos el zumo de limón y batimos de nuevo hasta dejar las claras bien subidas.
Forramos un molde con papel de horno y echamos en él la mezcla. Horneamos 2 horas a 120º y luego lo dejamos enfriar en la bandeja de horno, con él apagado y la puerta abierta.
Cuando se enfrie desmoldamos con cuidado y lo cubrimos con nata. Adornamos con las fresas, las frambuesas y el kiwi. Justo antes de servir, añadimos la fruta de la pasión.
Las frutas utilizadas se pueden variar: melocotón, cerezas, moras, grosellas... Lo que os ocurra. Enjoy you meal!

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